Los republicanos han defendido los recortes del presidente Donald Trump a Medicaid como una medida para reducir el fraude y fomentar la empleabilidad de los adultos beneficiarios del programa. Sin embargo, los efectos secundarios de estos recortes pueden tener un impacto negativo en la atención médica de los niños enfermos.
Según la Asociación de Hospitales Infantiles, algunos hospitales pediátricos podrían perder miles de millones de dólares en ingresos una vez que se implemente por completo la amplia ley fiscal y de gasto de Trump, conocida por los republicanos como la One Big Beautiful Bill.
Los niños representan casi la mitad de los inscritos en Medicaid y en el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP). La ley de Trump reducirá el gasto federal en Medicaid en aproximadamente $900.000 millones durante una década.
Robert Meyer, director ejecutivo de Phoenix Children’s, advirtió que estos recortes afectarán directamente la cobertura y la atención para los niños más vulnerables en Arizona. El sistema hospitalario pediátrico depende en gran medida de los ingresos de Medicaid.
La agenda nacional de Trump, que incluye una estricta aplicación de las leyes de inmigración y recortes de impuestos que benefician principalmente a los estadounidenses más ricos, busca compensar parcialmente estos gastos a través de los recortes a Medicaid. La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que unos 7,5 millones de personas perderán la cobertura de Medicaid para 2034 debido a esta ley.
Si no se revierten algunos de estos recortes, hospitales como Phoenix Children’s podrían perder millones de dólares en pagos complementarios que son fundamentales para mantener la atención a niños de bajos recursos. Estos recortes también podrían obligar a reducir personal y servicios en los hospitales pediátricos.
A pesar de la situación financiera sólida de la mayoría de los hospitales infantiles, los recortes a Medicaid representan un obstáculo a largo plazo para su sostenibilidad. La dependencia de estos hospitales de Medicaid para aproximadamente la mitad de sus ingresos los hace especialmente vulnerables a los cambios en el programa.
La ley de Trump impondrá un tope a los pagos que los estados pueden hacer a hospitales, lo que afectará la calidad y accesibilidad de la atención médica para los niños enfermos. A pesar de los esfuerzos de algunos senadores republicanos para revertir estos recortes, la incertidumbre sobre el futuro de la financiación de Medicaid sigue siendo una preocupación para los hospitales infantiles.
En resumen, los recortes a Medicaid de la administración Trump plantean serias preocupaciones sobre la atención médica de los niños enfermos y vulnerables. Los hospitales infantiles enfrentan desafíos financieros y operativos significativos debido a estos recortes, lo que pone en riesgo la calidad de la atención que brindan a los pacientes más necesitados.